Tener a Tormenta con la equipación actual, no ha sido una tarea fácil. Cuando la miro, babeando, me doy cuenta de todo el trabajo que trae dejarla como pienso. Empezando por el viaje relámpago a la sede de Twalcom, en Italia, en donde me esperaba Mario Bergamini con todo el material listo para una primera e importante fase de modificaciones a la BMW F 800 GS. Una vez que Tormenta llegó a su nueva casa, en Merzouga, la gestión de sus mejoras se convirtió en un proceso largo, que está requiriendo, todavía, una enorme dosis de paciencia.

Y es que para poder llevar a cabo este proyecto, necesito la ayuda de muchas personas. Por ejemplo, el nuevo juego completo de ruedas me las trajo el piloto Joan Pedrero, junto al gran mecánico Pedro, en su furgoneta, aprovechando que viajaba al desierto para hacer su último entrenamiento antes del Dakar. El estupendo asiento BMW Rally, viajó desde Barcelona a Ferrara, gracias a Gonzalo Fontcuberta, del concesionario Control94, que se ocupó de la logística. Desde allí viajó a las oficinas de Selle Dalla Valle, para hacerle un tapizado nuevo, en color rojo, realizado con los mejores materiales. Luego partió desde las oficinas de Twalcom a Barcelona y lo recibió mi amigo Pau Vidal, que a su vez lo hizo llegar a Almería para que un camión de asistencia del Intercontinental Rally me lo entregara, casi a la puerta de casa. No está mal, ¿verdad?

Objetivo de las mejoras

El objetivo del proyecto Tormenta es el de lograr una F 800 GS optimizada para aguantar, con ciertas garantías, el particular día a día en el duro terreno del desierto de Marruecos. Eso no quiere decir que vayamos a conseguir la BMW F 800 GS perfecta, pero sí una moto adaptada a su entorno de acción, desarrollándola paso a paso, sobre su terreno.

Además de las modificaciones técnicas para mejorar el comportamiento de Tormenta en la arena, también hemos incorporado los instrumentos necesarios para la navegación con roadbook. Para ello hemos realizado toda la instalación eléctrica necesaria para tener todos los aparatos conectados a la batería, y también la sonda del tripmaster, en la rueda delantera, y así poder contabilizar los kilómetros con precisión.

Los instrumentos básicos para la navegación con roadbook, utilizados en la mayoría de rallies, son: porta-roadbook eléctrico, tripmaster y GPS. En otros rallies, como el Merzouga Rally o el Dakar, los requerimientos son más amplios, por lo que se necesitará una configuración algo más compleja. Tormenta también estaría preparada para esos requisitos.


Instrumentos de navegación

El porta-roadbook nos permite alojar un libro de ruta en papel, normalmente de la medida A5 de ancho. Una vez instalado el rollo, que incluye todas las páginas, podemos pasar las instrucciones hacia adelante y hacia atrás.

El tripmaster permite llevar un control sobre los kilómetros totales y parciales, ajustables a través de un mando colocado en el manillar, para que esos datos cuadren con la información mostrada en el roadbook. Este aparato también informa de la velocidad, velocidad máxima y el tiempo total desde la salida.

El GPS nos sirve para conocer nuestro rumbo actual y también nos ayudará a alcanzar el rumbo que nos indiquen las instrucciones del roadbook. Además, otra información que puede estar representada en dicho papel son las coordenadas, que tienen como objetivo advertir al piloto de si sigue o no por el buen camino.

Navegar con roadbook por el desierto es una experiencia excitante. En ocasiones, la falta de referencias, como en las dunas, obliga a navegar con rumbos y sin ninguna otra indicación. Eso fuerza al piloto a no perder detalle de por donde está pasando y adonde debe transitar. La satisfacción es máxima cuando se logra llegar al objetivo.

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